planificació i compra de mitjans en barcelona

Tener datos de referencia sobre cómo se hacen las cosas en nuestro sector siempre es interesante, pero más aún cuando tratan cuestiones tan relevantes para una empresa como la inversión presupuestaria. El reparto de porcentajes en un presupuesto ha ido cambiando desde que el mundo online llegó para quedarse y resultar imprescindible para algunos públicos. Pero, ¿han de estar equilibrados o los porcentajes pueden variar?

El estudio de “Desafíos Digitales del Director de Marketing” arroja algo de luz a la duda que se plantean muchos de nuestros clientes: ¿hace falta repartir equitativamente la inversión entre los medios offline y los online? ¿El offline debe tener un porcentaje mayor al ser por norma general más caro? ¿Podemos dedicarnos en exclusiva a los canales digitales y olvidarnos de los tradicionales?

Las respuestas que los encuestados del estudio dieron sobre este tema son un poco contradictorias:

·         Por un lado, el mix ideal de inversión da una proporción ligeramente superior al online: un 51,5%, dejando en 48,5% el offline.

·         Por el otro, en la actualidad el porcentaje se reparte de manera que queda como ganador el marketing tradicional con un 60,4% frente a un 39,5% del digital.

Quizá la razón de este desajuste se encuentre en cómo perciben la digitalización de sus respectivos sectores ya que algunos como banca y seguros se consideran lejos del nivel óptimo mientras que moda y belleza encuentran su desarrollo en marketing digital por encima del mercado.

En BitCom sí podemos decir que combinar marketing offline y marketing online es una estrategia ganadora para la mayoría de nuestros clientes porque permite cubrir todas las bases. Ahora bien, generalizar un porcentaje, como puede ser un 50-50, es un buen punto de partida pero repartir la inversión debería hacerse en base a datos propios, es decir, extrayendo conclusiones de los resultados de campañas anteriores.

Como expertos en planificación y compra de medios, creemos que no se puede contestar a ninguna de las preguntas previas sin tener una estrategia clara que haya definido bien el objetivo de la campaña y la audiencia a la que se quiere llegar. Solo así podremos hacer la selección más adecuada, tanto de canales como de formatos.